Los 53 días de enero

… celebremos su feeling de eternidad

El comienzo de año siempre es el momento perfecto para hacer reset, como bien lo sabemos. En otras ocasiones, he tenido una fijación desde casi la última mitad de diciembre con que empiece el año ya, y comenzar con todos mis propósitos y ese fresh start que tanto quiero – para que en unas tres semanas, esté casi ya desanimada de la cantidad exorbitante de hábitos qué formar y cosas qué mejorar.

Esta vez fue un poco diferente. Sabiendo que soy la peor persona para cumplir sus propósitos de año nuevo, decidí proponerme una sola cosa — y fue sencillo pensar en qué, porque desde el año pasado traté de ponerlo en práctica: estar en el presente. Entonces en vez de hacer una lista larguísima de todo lo que quería conseguir, solo me despedí del 2022 pensando en querer disfrutar el presente y así entrar al 2023.

Las primeras dos semanas fueron muy lindas, disfruté de mi ahora, de mi cotidianidad. Y aunque no hice nada muy out there, sentí que empecé el año con el pie derecho. Haciendo ejercicio, leyendo, journaling, yendo a cafés, tomando fotos, incluso haciendo un vision board para el 2023.

Pero por ahí por la tercera semana, sin querer caer en el hoyo del famoso “blue monday”, terminé cayendo. A veces no sé si por un extraño deseo de auto sabotaje o si toda una vida de saber del dichoso “blue monday”, ya hace que automáticamente, para esas fechas, le pise al freno a lo bien que iba el inicio de año.

Me tomó como unos diez días para volver a ponerme de pie – y se sintió eterrrrno, exactamente como enero sabe hacer que se sienta el tiempo.

Ahí la llevo, volví a salir conmigo misma, he tomado el sol cuando no está lloviendo, empecé un taller que explora el feminismo a partir de la danza, volví a cocinar, y poco a poco, a estar consciente del presente otra vez y agradeciendo mi día a día. Y aunque el terror de, “cómo desperdicié tanto tiempo“ hace unaescándala en mi cabeza como si estuviera atorada en el tráfico entre puro claxon, me digo que para bien o para mal, SIGUE siendo enero.

Tal vez por eso mismo parece que dura tanto este mes, para darnos chance de hacer reset muchas veces ahorita y que todo marche lo mejor posible el resto del año… o para poner en práctica el ponernos de pie todas las veces que sean necesarias, sin importar si es el 7 de febrero, 18 de julio, 24 de octubre o el 53 de enero.

Así que, happy January… todavía!

Xo Sandra Daniela

Next
Next

Hello, autumn!